El desempeño del trabajo de un director de recursos humanos
no es tarea fácil. Es el ejecutor de las órdenes que vienen 'de arriba' y
muchas veces tiene que comunicar cosas que no son del agrado de los empleados.
Sin embargo, es un departamento primordial en la empresa. Una buena gestión de
este departamento es clave para la efectividad y productividad de la compañía.
¿Qué es lo que indica que algo no se está haciendo bien?
El departamento de RRHH forma lo que se denomina el “eje
estratégico” de la empresa. Desde él se ejecuta la estrategia organizativa de
la compañía y se trabaja para el desarrollo personal y profesional de los
empleados. Por ello, tal y como destacan desde la startup Woffu, "es vital
la buena gestión de este departamento para la efectividad y productividad de
toda la empresa". Pero, ¿cómo diagnosticar que algo va mal? He aquí cinco
síntomas claros:
1. Fomento de una
competitividad agresiva. No son pocas las empresas en las que se trabaja
para fomentar, ya sea directa o indirectamente, la competitividad entre
empleados. Sin embargo, hay que impulsar a los empleados para que valoren el
trabajo de los demás y no motivar la perfección extrema. “El hecho de que
alguien se obsesione con alcanzar metas imposibles y demasiado ambiciosas puede
hacerle perder el control y poner en marcha una maquinaria agresiva
perjudicial", alertan los expertos de Woffu.
2. Excesiva rotación y fuga de talento. Esta situación
durante la crisis era habitual. Los profesionales preferían rotar entre las
vacantes de su empresa, antes que marcharse y nadar a la deriva. Pero, hoy,
puede indicar que los procesos de selección no se están haciendo bien. Tal y
como afirman desde Woffu esto puede hacer perder mucho tiempo y dinero a las
empresas, que están formando a empleados para que ejecuten correctamente sus tareas
en los nuevos puestos.
3. Inflexibilidad laboral. En la era de la conciliación
laboral, cada vez son más los profesionales que piensan y exigen mayores
posibilidades para conciliar. “Las nuevas tecnologías ponen a disposición de
los empresarios la posibilidad de ayudar a los empleados a gestionar bien el
tiempo y a contar con los recursos necesarios para trabajar desde casa”,
comentan desde Woffu. Al mismo tiempo, se recomienda crear modelos laborales
más individualizados, que fomenten la corresponsabilidad por ambas partes y que
sean útiles de verdad para los trabajadores. Solo de este modo estarán
dispuestos a comprometerse.
4. Incertidumbre y falta de objetivos con respecto a las
metas profesionales pueden terminar desmotivando a los empleados. Para
revertirlo, "lo más importante -según Woffu- es que el profesional tenga
claras sus perspectivas profesionales y que vea que su trabajo es útil,
valorado y recompensado”.
5. Descenso del rendimiento y
la productividad. Un buen rendimiento es vital para cumplir con los objetivos
de la empresa. Los factores que pueden afectar a un descenso de la
productividad son múltiples: desmotivación, falta de planificación, descuidar
la felicidad de los empleados, los asuntos personales de los empleados etc. “Lo más eficaz es hablar con los empleados y
examinar, analizar y corregir punto por punto estas debilidades determinarán el
éxito y capacidad para remontar” afirman desde Woffu.